La cirugía periapical —conocida como apicectomía— suele ser un último valioso recurso para conservar un diente afectado por una infección, que tras un tratamiento de conductos (endodóncico) realizado correctamente no ha tenido buen resultado. Esta circunstancia suele suceder en muy pocas ocasiones y es en esta ocasión cuando se recurre a la cirugía periapical, que en la mayoría de las ocasiones conseguirá eliminar la infección.
¿Cómo se lleva a cabo la cirugía periapical?
La cirugía periapical consiste en acceder al extremo de la raíz del diente afectado (ápice), limpiar la zona infectada, realizar la apicectomía (cortar ligeramente la punta de la raíz) y sellar de forma hermética el conducto del nervio para evitar la reinfección. Esta cirugía también se realiza en los dientes que han sido afectados por un quiste inflamatorio (quiste radicular).
La cirugía periapical es una intervención quirúrgica cuya duración no supera la hora y es de recuperación rápida, entre 2-4 días. Se puede realizar bajo anestesia local o sedación endovenosa.
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